Buen partido el protagonizado en la tarde de Reyes entre el C.D.Calahorra y el Ríver, que lucharon y lo dieron todo sobre el césped, en algunas zonas no muy abundante, del Municipal. Dos gallitos de la tercera, conscientes de la importancia del choque para su futuro, ya que la victoria calagurritana supone otro paso de gigante en la escalada de los rojillos en su lucha por los puestos de play-of, además de darle la quinta plaza, en detrimento de su rival que poco a poco se está desinflando y de esta manera pierde pie ante uno de sus rivales directos. Mucho equilibrio, con dosis de alternancia en el control, y una mayor presencia rojilla durante el encuentro con latigazos peligrosos de los rojiblancos, ayer de verde. Los de Nacho Martín, jugaron el esférico con velocidad, intentando encontrar el primer toque, con Maño y Cotant en la medular para manejar el juego y esquivar la presión de Nano y Jose Carlos, que rápidamente recuperaban y saltaban al ataque, con Raúl como hombre más adelantado que tuvo sus ocasiones pero sin pólvora, mientras que Sota tenía que bajar hasta la medular para trabajar, apoyar la presión y pelearse con Reinares. Una pelea que ganó el defensor calagurritano, muy firme toda la tarde, acompañado de un serio Yécora. Keku entró en el once ocupando el lateral por la lesión de Sola en el calentamiento, cerrando las posibles internadas por la banda y volcándose al ataque, con tres carreras que no encontraron oposición. Las ocasiones se fueron sucediendo en ambas porterías. Yécora en el minuto tres cabeceaba un saque de esquina de Luigi a las manos de Roberto. También a balón parado Yécora remataba picado rozando la base del póster en el 16´. El mayor peligro del Ríver llegaba con pases largos buscando a Raúl, como sucedió en el minuto 19, cuando el de Autol controlaba dentro del área y disparaba bombeado rozando la cruceta, minutos después intentaría batir a Moisés de disparo raso. En esos minutos Escalada intentaba zafarse de la defensa de Juan Carlos y Juanma. Cuando parecía que el River estaba dormido esperando el descanso, Sota tenía en sus botas el gol visitante al finalizar un contragolpe que arranca de las botas de Iñaki que rompe en el lateral, apura línea de fondo y sirve el centro al punto de penalti para que remate Sota muy forzado. Acaba despejando Moisés. La primera mitad finalizaba con el partido muy abierto y con la necesidad de romper el empate a cero. La reanudación del partido tuvo dos ocasiones visitantes consecutivas: tras una falta directa de Escribano que bota delante de Moisés y este desde el suelo despeja de puños y poco después Escribano nuevamente centraba al segundo palo buscando la cabeza de Nano, pero este no acierta para ponerla entre los tres palos. A partir de este momento el equipo de Raúl Martín pareció algo dormido, monótono, cediendo el protagonismo a los rojillos, que pisaron el pie en el acelerador y empezaron a jugar a contrarreloj. Nacho Martín metió en el campo a Edu Martín y quitó a Luigi, que no encontró su sitio en la segunda mitad y tuvo problemas para llegar a conectar. Edu entró en el 62 y en el 66 marcaba otro gol vital para su equipo. Juanma iba a fallar y dejaba a Félix vía libre para entrar por la banda y sacar el pase de la muerte a Edu que no perdonaba. Este gol iba a despertar al Ríver que adelantó líneas y presionó a los locales, con Toledo que tomó la batuta de mando y el Calahorra que retrocedía líneas, esperando su momento para matar el partido a la contra. La defensa local no dio tregua y Reinares y Yécora se convirtieron en las sombras de Villarroya y de Sota, con muchos problemas para encontrar una posición cómoda de disparo. Toledo en el 77 chutaría buscando el empate desde la frontal pero Moisés no falló y blocó el lanzamiento rinconero, y en el 36 Moisés detendría otra ocasión tras remate de Nano. La defensa visitante hacía aguas, en especial Picu I que perdió la batalla con Félix del Puente, que encontró la llave de la defensa y gozó de tres ocasiones claras para sentenciar, pero en la primera Edu Martín se chocaba con una muralla en la misma línea de gol, y en las otras dos Felipe no acertaría para finalizar entre los tres palos. En el último suspiro, Félix encontraría la recompensa a su trabajo en forma de gol para escribir el punto y final al partido con el segundo tanto rojillo. Él ariete calagurritano, dejaba el balón en la frontal para Felipe, que abre a Félix que se cambia de banda buscando espacio por la izquierda y dispara al fondo de las mallas. El Calahorra vence y suma en su lucha por alcanzar la cabeza de la tercera riojana.
Así quedó el césped del Municipal tras el partido, todavía hay hierba par hay que cuidarla!
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