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Calahorra: Ander, Héctor Segura, Guillermo, Picuchos I (Diego, 81´), Silvani, Jonathan, Luis Álvarez, Aibar, Jorge, César (Miguel Urtasun, 61´) y Mario León.
Coria: Isco, Luis, David Feito, Manu, Aurelio (Juan José, 47´), Israel, Selu (Jorge, 79´), Víctor Salas, Suanes, Rubén y Juan Gómez (Curro, 65´).
Goles: 0-1, Picuchos I (p.p. 21´) y 1-1, Jorge (27´).
Árbitro: León Lavín, asistido por Zubillaga y Obrado, del colegio Cántabro. Monstró amarilla a los locales Luis Álvarez, Aibar, Jorge y Diego, y a los visitantes Isco, Manu, Israel, Selu, Víctor Salas y Juan Gómez.
Incidencias: Municipal de La Planilla, 1.500 espectadores. Gran ambiente en las gradas. Antes del inicio el club rindió homenaje póstumo a Juaquín Ledo y también agradeció el apoyo de la Peña Crianza Rojilla.
El Calahorra despierta del sueño de los play-off
Los rojillos se quedaron a un gol de la clasificación
Los rojillos despertaron en la mediodía de ayer del dulce sueño en el que estaba inmerso desde hace varios meses. Además lo hizo después de luchar, pelear, poner toda la ilusión sobre el terreno de juego y sobre todo tras superar futbolísticamente a un equipo que especuló con el resultado y salió victorioso demostrando las incongruencias del fútbol. Los rojillos lo dieron todo ante su parroquia, que tiñó de rojo las gradas del Municipal y aupó a su equipo hasta el pitido final, en un ambiente de gala, de grandes ocasiones, buscando el gol que daba el pasaporte para la siguiente ronda. El Coria se convirtió en el verdugo del Calahorra, sin haber sido capaz de marcar un solo gol, defendiendo y rompiendo el partido a base de pérdidas interminables de tiempo que el colegiado no fue capaz de frenar.
El partido fue magnífico, con dos equipos que en el inicio del duelo se lanzaban al ataque, cada uno haciendo v.JPG)
aler sus armas. Mientras que los andaluces del Coria, manejaban el ritmo inicial del juego, moviendo el esférico, buscando algún espacio entre la telaraña rojilla, el equipo de Salvatierra se lanzaba a por la remontada con un juego directo, muy vertical, y que en dos pases se plantaba en las proximidades del área rival. Víctor Salas e Israel, recogían el esférico en la divisoria y movían a las bandas buscando pases cómodos que no llegaban, ante dos líneas cerradas, con César y Jonathan precisos en al presión, y Aibar que se unían reforzando la recuperación. Arriba Jorge esperaba su oportunidad y empezaba a buscar la espalda a sus defensores que no le perdían de vista. Mario León y Luis Álvarez rompían por las bandas, mirando al hombre gol del Calahorra. El partido no gozó de muchas ocasiones de gol. En el primer tramo del choque Selu ponía a prueba a Ander desde muy lejos, al igual que Mario León que enganchaba en la frontal alto y fuerte. En el minuto 21 iba a llegar la jugada desafortunada para el Calahorra. Víctor Salas lanzaba desde la banda izquierda un globo al área rojilla, que cabecea Picuchos I para dársela a portero pero Ander no llegaba a evitar por muy poco que el esférico acabase dentro de la portería rojilla, arañando la base del póster. Un mazazo para el equipo de Salvatierra que en un principio, durante unos pocos minutos, estuvo a la merced del Coria que pudo sentenciar. Víctor Salas rompía por la banda, apuraba línea de fondo y su pase de la muerte no acertaban a empujar a las mallas ni Suanes ni Juan Gómez en boca de gol. Cuando peor lo estaba pasando el conjunto de Salvatierra llegó la reacción, el momento clave, en el que los rojillos igualaron el partido y se creyeron que podían lograr la victoria. Aibar lanzaba un pase largo, que Jorge controlaba entrando veloz en el área. El goleador rojillo definía por bajo y lograba el gol del empate. Un tanto que retronó en la grada a segunda B. El empate levantó las alarmas en el conjunto de Mariano Suárez, que se replegó en su campo, con el objetivo de defender el resultado y perder todo el tiempo posible, pensando en el pitido final, rompiendo el ritmo y evitando que el Calahorra pudiera acabar la tarea. Solo un aislado Suanes se quedaba en el terreno calagurritano entre defensores locales, para tratar de controlar algún pase largo lanzado por su defensa. Con empate se llegó al descanso. Tras el paso por los vestuarios, el Calahorra continuó llevando el peso y el control del partido, jugando, lanzando a las bandas, con Jonathan vital en la medular para dar salida al juego del Calahorra. Aibar de falta directa desde la perpendicular de la frontal iba a quitar la pintura a la cruceta. Una ocasión que metía el miedo en el cuerpo al Coria. La entrada de Curro le dio otro aire al conjunto visitante, que encontraba frescura en este jugador, incrustado en la izquierda y saltando con velocidad al ataque, aprovechando los espacios cada vez mayores que dejaba el Calahorra a medida que pasaban los minutos afanado en la creación del segundo. Para el Calahorra la incursión de Urtasun en el terreno de juego permitió tener más mordiente en el ataque. En su primera intervención enganchaba muy forzado a pase de Segura. En el último cuarto de hora el partido se enloqueció, con el Calahorra que se acercaba al gol, y el Coria que miraba con más ansiedad desde el suelo el final del partido, con trifulcas y alguna galopada que sorprendía en el área rojilla. En el 75 la remontada sobrevoló el área andaluza en un saque desde el banderín que nadie lograba despejar. El rechace llegaba a las botas de Aibar que chutaba raso, y una bota amarilla desviaba en la misma línea. Tres minutos después Isco detenía en la base del póster un cabezazo de Jorge a centro de Picu. La única internada visitante, dejaba a Curro solo entrando en el área calagurritana en el 88. Ander sacaba una mano salvadora evitando la puntilla visitante. En los cuatro escasos minutos de descuento el Calahorra puso cerco al área andaluza pero sin gol. El colegiado se ajustó a los cuatro minutos de tiempo extra y con el pitido final despertó al Calahorra del sueño del ascenso. El Coria celebró con la treintena de aficionados suyos el pase a la siguiente eliminatoria. Un adiós a la promoción de ascenso, con la cabeza alta.
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aler sus armas. Mientras que los andaluces del Coria, manejaban el ritmo inicial del juego, moviendo el esférico, buscando algún espacio entre la telaraña rojilla, el equipo de Salvatierra se lanzaba a por la remontada con un juego directo, muy vertical, y que en dos pases se plantaba en las proximidades del área rival. Víctor Salas e Israel, recogían el esférico en la divisoria y movían a las bandas buscando pases cómodos que no llegaban, ante dos líneas cerradas, con César y Jonathan precisos en al presión, y Aibar que se unían reforzando la recuperación. Arriba Jorge esperaba su oportunidad y empezaba a buscar la espalda a sus defensores que no le perdían de vista. Mario León y Luis Álvarez rompían por las bandas, mirando al hombre gol del Calahorra. El partido no gozó de muchas ocasiones de gol. En el primer tramo del choque Selu ponía a prueba a Ander desde muy lejos, al igual que Mario León que enganchaba en la frontal alto y fuerte. En el minuto 21 iba a llegar la jugada desafortunada para el Calahorra. Víctor Salas lanzaba desde la banda izquierda un globo al área rojilla, que cabecea Picuchos I para dársela a portero pero Ander no llegaba a evitar por muy poco que el esférico acabase dentro de la portería rojilla, arañando la base del póster. Un mazazo para el equipo de Salvatierra que en un principio, durante unos pocos minutos, estuvo a la merced del Coria que pudo sentenciar. Víctor Salas rompía por la banda, apuraba línea de fondo y su pase de la muerte no acertaban a empujar a las mallas ni Suanes ni Juan Gómez en boca de gol. Cuando peor lo estaba pasando el conjunto de Salvatierra llegó la reacción, el momento clave, en el que los rojillos igualaron el partido y se creyeron que podían lograr la victoria. Aibar lanzaba un pase largo, que Jorge controlaba entrando veloz en el área. El goleador rojillo definía por bajo y lograba el gol del empate. Un tanto que retronó en la grada a segunda B. El empate levantó las alarmas en el conjunto de Mariano Suárez, que se replegó en su campo, con el objetivo de defender el resultado y perder todo el tiempo posible, pensando en el pitido final, rompiendo el ritmo y evitando que el Calahorra pudiera acabar la tarea. Solo un aislado Suanes se quedaba en el terreno calagurritano entre defensores locales, para tratar de controlar algún pase largo lanzado por su defensa. Con empate se llegó al descanso. Tras el paso por los vestuarios, el Calahorra continuó llevando el peso y el control del partido, jugando, lanzando a las bandas, con Jonathan vital en la medular para dar salida al juego del Calahorra. Aibar de falta directa desde la perpendicular de la frontal iba a quitar la pintura a la cruceta. Una ocasión que metía el miedo en el cuerpo al Coria. La entrada de Curro le dio otro aire al conjunto visitante, que encontraba frescura en este jugador, incrustado en la izquierda y saltando con velocidad al ataque, aprovechando los espacios cada vez mayores que dejaba el Calahorra a medida que pasaban los minutos afanado en la creación del segundo. Para el Calahorra la incursión de Urtasun en el terreno de juego permitió tener más mordiente en el ataque. En su primera intervención enganchaba muy forzado a pase de Segura. En el último cuarto de hora el partido se enloqueció, con el Calahorra que se acercaba al gol, y el Coria que miraba con más ansiedad desde el suelo el final del partido, con trifulcas y alguna galopada que sorprendía en el área rojilla. En el 75 la remontada sobrevoló el área andaluza en un saque desde el banderín que nadie lograba despejar. El rechace llegaba a las botas de Aibar que chutaba raso, y una bota amarilla desviaba en la misma línea. Tres minutos después Isco detenía en la base del póster un cabezazo de Jorge a centro de Picu. La única internada visitante, dejaba a Curro solo entrando en el área calagurritana en el 88. Ander sacaba una mano salvadora evitando la puntilla visitante. En los cuatro escasos minutos de descuento el Calahorra puso cerco al área andaluza pero sin gol. El colegiado se ajustó a los cuatro minutos de tiempo extra y con el pitido final despertó al Calahorra del sueño del ascenso. El Coria celebró con la treintena de aficionados suyos el pase a la siguiente eliminatoria. Un adiós a la promoción de ascenso, con la cabeza alta. 
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