lunes, 23 de abril de 2012

Un fin de semana de loco

Ya estamos a mitad de semana, y esta entrada la tenía que haber escrito el lunes, pero la pereza, el cansancio, la resaca fin de semana me atacó y la dejé vacía. Hoy, después de vivir un nuevo varapalo, o simplemente apertura de ojos a la realidad de un equipo, o decir que la suerte no tiene piedad con nosotros, creo que ya es hora de contaros un poco, porque realmente fue un poco de locos el finde.
Dos días marcados por el CEV Bucler y el balonmano, además un hadball variado y de muchos kilates. 
 El sábado, tocó madrugar, a las 7:30 de la mañana sonaba el despertador, que para este dormilón es una pesadilla, sobre todo porque en la mañana del sábado me encanta apurar hasta el último minuto, levantarme tranquilo, tomar café en el bar con la prensa y después ir a ver algo de deporte base, me da igual, lo que sea. Pues simplemente, ducha, coche y camino a los Arcos. Allí tocaba coger la acreditación, y desde que pisé el circuito sabía que era una cita especial, una de esas que están marcadas en rojo en el calendario de la organización. Así que encendí el ordenador y a empezar a comentar las tandas de cronomotraje. Dos mangas oficiales, en la que tengoq ue reconocer que a pesar de ser novato me lo pasé genial, vibré, porque las motos tienen un plus de adrenalina. Un café y para cuando me di cuenta eran casi las 5 de la tarde. De repente se hizo de noche y empezó a arreciar una tromba de agua importante. Las motos a los boxes y carrera parada. Es lo que tocaba. Hasta entonces disfrutamos de un gran Alex Marquez que barrió los tiempo, Hugo Martínez...varios pilotos que dejaron el listón muy alto, en una batalla por la pole importante, y que en distintas magas se decidió en las últimas vueltas.
En ese momento el asfalto se convirtió en una auténtica piscina, os lo juro. Cuando dejó de caer agua, llegó el momento de volver a la pista, y como se notaba como poco a poco se secaba la zona de trazada que se convertía en una auténtica autopista para las Kawas. Una cosa que quiero resaltar, es el trabajo organizativo que hay detrás, como está todo cuidado y controlado hasta el último detalle, para que los pilotos solo tengan que darlo todo en el asfalto. Fuera toda la gente del circuito sabe lo que tiene que hacer y no se escapa nada a la improvisación.
De allí enganché el coche y volando a Valdegastea, bueno, yo acabé en el cole del ARCO y llamé a Diego, el presidente del Sporting La Rioja para ver donde caía la cancha. Esto le pasa hasta a los más expertos. Al fin llegué al pabellón y tengo que reconocer que me quedó con los ojos a cuadros con las intalaciones que tienen. De verdad, un pabellón que ya lo quisiera tener yo en Calahorra. No es muy grande pero es coqueto, con un gradería de estos modernos que se recogen para 400 o 500 espectadores, con una zona alta donde puede estar la gente viendo el partido, tubo de aire caliente o frió (haber había pero estaba apagado), con baños para el público arriba y los vestuarios para los equipos, arbitros, sala de material y etc... en la zona de abajo. Un club humilde con ganas de hacerlo mejor año a año. Esta campaña ha sido complicada para ellas, con el objetivo de no descender y logran a base de esfuerzo la 8ª plaza, en el ecuador de la tabla, bajo las órdenes de un gran tipo (encantador, en lo que lo conozco) Luismi Ascorbe. En el partido, último del año, entregaron a la alcaldesa y al concejal de deportes de Logroño, una camiseta firmada por todo el equipo, bufanda y banderín, para agradecer el apoyo económico. La pena es que vinieron, cogieron la camiseta, se hicieron la foto y volaron (igual llegaban tarde a ver el derbi Barca-Madrid). Realmente las protagonistas fueron las chicas, en un partido complicado pero que desde el inicio marcaron la pauta y abrieron una brecha importante. Dos penaltis marcados por Amaia, una defensa espectacular y asfixiante y un ataque demoledor, las armas para ponerse 10-2. A partir de ahí todo fue el jugar a favor del marcador, sin dejar que su rival se acercase y jugando con cabeza. Para poder llegar al final con una clara ventaja en el marcador y celebrar la victoria, que es una gran éxito para esta temporada de estreno en la División de Honor de Plata femenina. Que no se me olvide, en el descanso vivimos el partido amistoso entre Calasancio y Naturhouse La Rioja, y además estuvimos acompañados por Logroman, la mascota del Natur que estuvo con el Sporting La RIoja animándolas y recibiendo a los aficionados en la puerta. Dar la enhorabuena a todos los miembros de la familia del SPORTING. 
Que conste que el sábado acabé bien acompañado en el Museum, con un cubatilla flojito para volver volando para la cama, que el domingo había jaleo, mucho jaleo.
Vuelta a oír el despertador y volando para el Circuito de Navarra, con un pequeño improvisto: un coche en el vado de la puerta de la bajera. A esperar, a llegar tarde y a correr un poco más con el coche. Después llegué, aparqué el coche y ojo, que estaba el circuito a rebosar, la grada con mucho ambiente, el padock convertido en un hervidero, las motos de un lado para otro, pilotos, mecánicos, gente del circuito y yo con el ordenador para la torre. Es un lujo estar ahí. Primero unos instantes con Inma para que me explicase el tema del podium y en 15 minutos la primera carrera. No voy a hablar de las clasificaciones que voy a meter la noticia que ha publicado el circuito, que entienden más que yo, pero tengo que decir que fueron carreras vibrantes, de remontadas increíbles y que además se definieron en la última vuelta. La moto 2 y 3, de infarto, con Alex Mariñelarena, que después de toda una carrera supercontrolada, vio como perdía la carrera y era rebasado en la misma meta. Atónito me quedé, ya que le recortaron medio segundo por vuelta. Para alucinar el ritmo frenético marcado por Jordi Torres.
Y conste que del circuito vuelta a Calahorra para comer (escandalosa la costilla asada que hizo mi padre, el jefe, para comer), ver el partido desastroso del CD Calahorra frente al Calasancio y de vuelta al coche para subir volando al Palacio de los Deportes para otra nueva hazaña de nuestros gladiadores franjivinos. Aunque empezamos por detrás en el marcador, en un partido vibrante, en el que estuvimos vivos, remontando y dándole la vuelta al choque. Al final, victoria riojana y tengo que decir que ufffffffffffffff  para acabar muerto por un infarto. Cuando las luces del Palacio se apagaron llegó el momento de relajarnos, ir al Mesón Jabugo y con un gran bocadillo de jamón serrano, kalimotxo y la mejor compañía del mundo, recordamos y hablamos de este fin de semana y llegamos a la conclusión que ha sido de locos, pero que ha sido una gozada.

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