Los rojillos vencen al invicto Haro

Calahorra: Ander, Guillermo, Ion Goñi, Silvani, Jonathan, Luis Álvarez (Sarró, 80´), Aybar, Jorge (Miguel, 68´), Diego (Iván Alcalde, 64´) y Mario León.

Haro Deportivo: Javi Pérez, Beraza (Edu Martín, 55´), Alberto, Javi López (Ander, 63´), Aimar, Breixo, Pirri, Joseba, Unai (Fernando, 85´), Mikel y Txejo.

Gol: 1-0, Diego (18´).

Árbitro: señor Munilla acompañado por los asistentes San Miguel y Rodríguez. Mostró tarjeta amarilla a los locales Guillermo, Silvani, Luis Álvarez y Diego; y al visitante Pirri.

Incidencias: Municipal de La Planilla, 300 espectadores.

El Haro naufraga en La Planilla

Un gol de Diego acaba con la imbatibilidad del conjunto jarrero

Los rojillos sufrieron, lucharon y al final, después de más de 95 minutos de trabajo, celebraron una gran e importante victoria ante el Haro, lo que supone el fin del récord del conjunto jarrero que no conocía el sabor de la derrota en la competición ligera durante la presente temporada. Los de Salvatierra hundieron la nave visitante con un certero testarazo de Diego en el primer cuarto de hora del choque. El ariete local clavaba en la escuadra el rechace a la madera de Silvani tras saque de esquina. Un gol que se tradujo a la postre en los tres puntos para el Calahorra, que leyó a la perfección el partido y sufrió con las fuerzas muy justas en el tramo final. El Haro puso en juego sus armas, con una zaga defensiva dura, impenetrable, y con un juego directo, rápido, buscando la meta defendida por Ander. A pesar de ello, a los pupilos de Roberto Ochoa les faltó gol, no estuvieron finos en los últimos metros y remaron a contrarreloj sin claridad. Por su parte los locales empezaron el derbi penetrando y moviendo el esférico con criterio, con Aybar llevando el timón, abriendo a las bandas en especial a la de Mario León que rompía una y otra vez superando a Beraza, y sirviendo de buenas asistencias a un Jorge y Diego, que esperaban y buscaban su oportunidad, acompañados por Luis, que abría a la derecha y combinaba con sus compañeros de ataque. La defensa rojilla no falló y plantó cara a los jarreros, convirtiéndose en un frontón para las intentonas del Haro. El partido arrancó con una gran igualdad, con alternativas en el juego pero sobre todo con un Haro que se veía obligado a tener el balón en sus pies, y que acababa errando en la medular o lanzando pases largos desde las botas de Mikel o Pirri para sus delanteros. Los rojillos tenían menos el esférico pero le daban más movilidad y más profundidad. El primero en golpear fue el Calahorra con el tanto de Diego.

El mismo momento del gol rojillo, fotón de Kiko

 A partir de este momento los visitantes se veían obligados a tirar del partido y empezar a correr a contrarreloj para buscar la remontada, con muchas prisas y a veces falta de ideas. En el 28 iba a ser Jorge quien ponía a prueba al cancerbero del Haro tras escaparse de tres defensores. Esta iba a ser la única ocasión calagurritana, ya que en el último cuarto de hora de la primera mitad la meta rojilla iba a ser sometida a un bombardeo blanquinegro. Primero Breixo enganchando ajustado a la cepa del póster, después Aimar rompía en velocidad y asistía para Unai que se plantaba en el punto de penalti y su toque no era suficiente para desviar a gol. Para terminar Joseba iba a disponer de otra clara ocasión a centro de Javi. El Haro apretaba y los rojillos necesitan un respiro que encontraron con el pitido en el minuto 45. Tras la reanudación, el Calahorra rehizo líneas, y se fortaleció en defensa, que repelía las intentonas visitantes. Además Jorge, Diego y Luis se encargaban de saltar a la contra para buscar la puntilla. Dos ocasiones dispusieron los locales para este fin en apenas diez minutos. Tras este espejismo volvió el dominio jarrero, que movía el vestuario para remontar el choque.



Medios de comunicación calagurritanos y jarreros antes del derbi



Durante la última media hora el Haro metió a todos sus jugadores en el campo rojillo, con varios hombres dentro del área y una línea en la frontal esperando los rechaces para disparar. Un asedio continuo que tuvo su mejor ocasión en el 75, en un saque desde el banderín que Mikel cabeceó pero que después ni Ander ni Breixo fueron capaces de empujar a las mallas. Un querer y no poder, de un equipo que se perdió y se estrelló en el Municipal, naufragando en su primera derrota de la campaña.