Torbellino rojillo
Mario Barco rompió el empate a cero en apenas minuto y medio tras la reanudación
Calahorra: Julio, Beto, Cristian, Naya, Picuchos I, Pirri (Miguel, 89´), Andrés, Sergio, Mario Barco, Mario León y Héctor (Mario Escudero, 71´).
Agoncillo: Sergio, Cata, Ernesto, Navarro, Castro, Brian (Jair, 70´), Pablo, Adrián, Óscar, Pineda y Gemelo (Jony, 53´).
Goles: 1-0, Mario Barco (46´) y 2-0 Naya (88´).
Árbitro: Maite Porro asistida por los señores Álvarez y Pavón. Mostró una única tarjeta amarailla a cada conjunto. Por el Calahorra a Pirri y para el Agoncillo a Jair.
Incidencias: partido disputado en el Municipal de La Planilla antre 250 espectadores.
Apenas el cronómetro superaba el primer minuto tras la reanudación, cuando Mario Barco dentro del campo avionero se apoyaba con Héctor Segura, este rompía por la banda izquierda y devolvía al canterano el esférico, que picaba de cabeza ajustado a la base del palo. Mario Barco marcaba y Sergio no podía hacer nada para impedirlo. Todo el Calahorra celebraba el tanto en el minuto uno y medio de la segunda mitad. De esta manera los rojillos se ponían por delante en el marcador, olvidando los dos últimos resultados negativos fuera de casa y estrenando su casillero del año 2011 ante su parroquia, después de una primera mitad donde los calagurritanos tuevieron el control del esférico, protagonizando las mejores ocasiones de juego pero en el que el gol se les resistió. Parecía que Salvatierra había encendido la mecha en el vestuario, porque el Calahorra atacaba sin parar y no miraba atrás, sino siempre hacia delante con la portería defendida por Sergio en el punto de su mirilla. Los rojillos pisaban el acelerador y no dejaban coger aire a su rival. Los mejores momentos locales, que arranca en la medular con Pirri abriendo a las bandas, viendo a sus compañeros moverse, con el Agoncillo fuera de sitio y dejando espacios. Además Mario Barco retrocedía un poco su posición para salir al ataque con el apoyo de su tocayo Mario León y Segura, que caía a la cal para atacar. Por la otra banda era Andrés y Cristian quienes no dejaban a sus defensores que se relajasen. En el minuto 3 el cancerbero avionero ya había evitado dos nuevas ocasiones del Calahorra, la última de las botas de Pirri que finalizaba una jugada en la que Barco hacía la pared con Segura y dejaba a Pirri para que finalizara en el punto de penalti. Barco además volaba por encima de los defensores visitantes y cabeceaba todos los balones que colgaban sus compañeros. En el 52 iba a ser Pirri quien hiciera acto de presencia en el área avionera, entrando por la derecha, intentando la vaselina al segundo palo, pero Sergio evitaría con su estirada que llegase el pase a Segura, que esperaba solo para empujar al fondo de las mallas. Las cosas se ponían muy bien para el Calahorra, porque el Agoncillo adelantaba líneas para tratar de llograr la igualada y dejaba huecos importantes, dejaba de hacer la presión asfisiante de la primera mitad que tanto trabajo supuso para los rojillos. Solo Joni, que entraría en el campo por sustitución de Gemelo, pondría un poco de criterio, pegado a la derecha arrancaba cayendo por centro, intentando la guerra en solitario camino al área de Julio y convirtiéndose en compañero de Óscar en la punta, pero con mejores movimientos y con momentos más lúcidos. El otro cambio dio entrada a Jair, para contener en la medular el empuje rojillo. Jair cortaba y paraba el partido constantemente. Los avioneros solo gozaron de dos buenas ocasiones ante el marco de Julio. La primera de ellas en el 40, antes de ir a los vestuarios, en su primer tiro entre los tres palos. Pineda lanzaba un chut lejano y Julio manda con la punta de los dedos el balón a la cruceta y después en la segunda mitad, a balón parado, Óscar engancha desde el suelo en el punto de penalti rozando el palo. Al mismo tiempo que los avioneros intentaban recueperar la posición tras esta ocasión, Pirri recibía dentro del área, delante de Sergio y el portero ganaba el mano a mano despejando a saque de esquina. En los últimos compases del choque, Naya sería el encargado de escribir el punto y final de la victoria del CD Calahorra en el 88. Pirri se cuela por la línea de fondo en el área y sirve al segundo palo para Andrés que con dos defensores delnate prefiere dejar a Naya con más ángulo de disparo, que fusila a gol. La segunda mitad acaparó el protagonismo, después de unos primeros 45 minutos en los que los rojillos tuvieron el balón, fueron fieles a sí mismos, pero no lograron encontrar la manera para finalizar sus jugadas de ataque. Pirri estaba en un segundo plano y los de Salvatierra echaban mano de las bandas para adelantar líneas. Se echaba un poco de menos la baza de Toledo. Por su parte el Agoncillo dejaba pocos espacios entre líneas, con una defensa importante al hombre. Los avioneros se convertían en la sombra de los rojillos, pero cuando recuperaban el esférico no eran capaces de dar cuatro pases sin que un jugador con la camiseta roja le robase la cartera o le hiciera errar una devolución. A pesar de ello el Calahorra tuvo tres claras ocasiones para adelantarse en el marcador pero no cuajaron. Barco en el 16, rompía, se quedaba solo delante de Sergio, al que dajaba atrás recortando a la izquierda, pero perdía ángulo el ariete local y al final veía como su disparo cruzado se paseaba por la línea de gol.
Mario Barco rompió el empate a cero en apenas minuto y medio tras la reanudación
Calahorra: Julio, Beto, Cristian, Naya, Picuchos I, Pirri (Miguel, 89´), Andrés, Sergio, Mario Barco, Mario León y Héctor (Mario Escudero, 71´).
Agoncillo: Sergio, Cata, Ernesto, Navarro, Castro, Brian (Jair, 70´), Pablo, Adrián, Óscar, Pineda y Gemelo (Jony, 53´).
Goles: 1-0, Mario Barco (46´) y 2-0 Naya (88´).
Árbitro: Maite Porro asistida por los señores Álvarez y Pavón. Mostró una única tarjeta amarailla a cada conjunto. Por el Calahorra a Pirri y para el Agoncillo a Jair.
Incidencias: partido disputado en el Municipal de La Planilla antre 250 espectadores.
Apenas el cronómetro superaba el primer minuto tras la reanudación, cuando Mario Barco dentro del campo avionero se apoyaba con Héctor Segura, este rompía por la banda izquierda y devolvía al canterano el esférico, que picaba de cabeza ajustado a la base del palo. Mario Barco marcaba y Sergio no podía hacer nada para impedirlo. Todo el Calahorra celebraba el tanto en el minuto uno y medio de la segunda mitad. De esta manera los rojillos se ponían por delante en el marcador, olvidando los dos últimos resultados negativos fuera de casa y estrenando su casillero del año 2011 ante su parroquia, después de una primera mitad donde los calagurritanos tuevieron el control del esférico, protagonizando las mejores ocasiones de juego pero en el que el gol se les resistió. Parecía que Salvatierra había encendido la mecha en el vestuario, porque el Calahorra atacaba sin parar y no miraba atrás, sino siempre hacia delante con la portería defendida por Sergio en el punto de su mirilla. Los rojillos pisaban el acelerador y no dejaban coger aire a su rival. Los mejores momentos locales, que arranca en la medular con Pirri abriendo a las bandas, viendo a sus compañeros moverse, con el Agoncillo fuera de sitio y dejando espacios. Además Mario Barco retrocedía un poco su posición para salir al ataque con el apoyo de su tocayo Mario León y Segura, que caía a la cal para atacar. Por la otra banda era Andrés y Cristian quienes no dejaban a sus defensores que se relajasen. En el minuto 3 el cancerbero avionero ya había evitado dos nuevas ocasiones del Calahorra, la última de las botas de Pirri que finalizaba una jugada en la que Barco hacía la pared con Segura y dejaba a Pirri para que finalizara en el punto de penalti. Barco además volaba por encima de los defensores visitantes y cabeceaba todos los balones que colgaban sus compañeros. En el 52 iba a ser Pirri quien hiciera acto de presencia en el área avionera, entrando por la derecha, intentando la vaselina al segundo palo, pero Sergio evitaría con su estirada que llegase el pase a Segura, que esperaba solo para empujar al fondo de las mallas. Las cosas se ponían muy bien para el Calahorra, porque el Agoncillo adelantaba líneas para tratar de llograr la igualada y dejaba huecos importantes, dejaba de hacer la presión asfisiante de la primera mitad que tanto trabajo supuso para los rojillos. Solo Joni, que entraría en el campo por sustitución de Gemelo, pondría un poco de criterio, pegado a la derecha arrancaba cayendo por centro, intentando la guerra en solitario camino al área de Julio y convirtiéndose en compañero de Óscar en la punta, pero con mejores movimientos y con momentos más lúcidos. El otro cambio dio entrada a Jair, para contener en la medular el empuje rojillo. Jair cortaba y paraba el partido constantemente. Los avioneros solo gozaron de dos buenas ocasiones ante el marco de Julio. La primera de ellas en el 40, antes de ir a los vestuarios, en su primer tiro entre los tres palos. Pineda lanzaba un chut lejano y Julio manda con la punta de los dedos el balón a la cruceta y después en la segunda mitad, a balón parado, Óscar engancha desde el suelo en el punto de penalti rozando el palo. Al mismo tiempo que los avioneros intentaban recueperar la posición tras esta ocasión, Pirri recibía dentro del área, delante de Sergio y el portero ganaba el mano a mano despejando a saque de esquina. En los últimos compases del choque, Naya sería el encargado de escribir el punto y final de la victoria del CD Calahorra en el 88. Pirri se cuela por la línea de fondo en el área y sirve al segundo palo para Andrés que con dos defensores delnate prefiere dejar a Naya con más ángulo de disparo, que fusila a gol. La segunda mitad acaparó el protagonismo, después de unos primeros 45 minutos en los que los rojillos tuvieron el balón, fueron fieles a sí mismos, pero no lograron encontrar la manera para finalizar sus jugadas de ataque. Pirri estaba en un segundo plano y los de Salvatierra echaban mano de las bandas para adelantar líneas. Se echaba un poco de menos la baza de Toledo. Por su parte el Agoncillo dejaba pocos espacios entre líneas, con una defensa importante al hombre. Los avioneros se convertían en la sombra de los rojillos, pero cuando recuperaban el esférico no eran capaces de dar cuatro pases sin que un jugador con la camiseta roja le robase la cartera o le hiciera errar una devolución. A pesar de ello el Calahorra tuvo tres claras ocasiones para adelantarse en el marcador pero no cuajaron. Barco en el 16, rompía, se quedaba solo delante de Sergio, al que dajaba atrás recortando a la izquierda, pero perdía ángulo el ariete local y al final veía como su disparo cruzado se paseaba por la línea de gol.
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