Gracias ISI

Nadie quiere que llegue nunca el momento de las despedidas, el momento de decir adiós, pero esta noche hay una persona muy especial que ha iniciado su viaje, quien nos ha dejado, Isidra Mª Santos, nuestra "Isi". Hay miles de cosas que me gustaría escribir, miles de palabras, pero parece que se atragantan y no salen al teclado, y que en el camino de regreso de Logroño, durante toda la autopista han pasado por mi cabeza. Ahora y siempre le diré gracias a Isi, gracias porque se atrivió sin titubear a coger a una cuadrilla de cabezotas de octavo de EGB, e intentó acercarnos el folklore riojano (tantas veces olvidado en las escuelas), con la complicidad del por entonces director de Quinti y concejal Pedro San Emeterio. Isi, se marcó como objetivo el engancharnos con un paloteado, "el Canario de Sorzano", pero pronto vio como los accidentes no dejaban de hacer mella en nosotros (que palazos que nos metíamos), después optó por algo menos peligroso, las Barras de San Vicente, había que darnos algo atractivo, divertido... además de aprovechar que ya había varios que por entonces estaban en la escuela como Sanz, Puerta y Raúl... Las clases cuajaron, y nos invitó a acercarnos a la Hermandad para ensayar y conocer a la gente del Grupo. Por ahí estaban Mónica, Noemi, las Lauras, Bea, Celia...Susana, Lina...Ricardo, Nacho, Fabio, Álvaro... Ya dejamos a un lado los palos y las barras e iniciamos a trabajar con la Peregrina de Leiva, una de las danzas que Isi quería poner sobre el escenario, y allí empecé, con un paso muy pero muy sencillo y que sobre todo había que tener cuidado con el ritmo. En plenas navidades, me dio un traje de riojano e hicimos el debut en un festival Benéfico en Cajarioja. Íbamos a bailar Peregrina, pero resulta que Puerta y un servidor habíamos ensayado el mismo puesto. Ufffff me iba a quedar sin debutar, pero ahí estaba Isi, bailó dos veces la Peregrina para que los dos pudiésemos bailar esa  tarde. Mi abuela había sido una enamorada del folklore, y por un año no pudo verme bailar, pero que conste que me acordé y me acuerdo de ella siempre que me enfundo el ttraje de joterillo como digo yo. 

Tras la actuación, en los inicios del 95, mi madre, sabia ella, me dijo: no te echo un mes!!! Menos mal. 

Después poco a poco fui pillando los pasos de danza, Isi no entendía como no pillaba el del "vals", la base para todos, pero nos animaba, nos pedía paciencia, y aunque no estuvieramos en el grupo que bailaba, nos decía que estuviéramos atentos, que viendo también se aprende mucho. Ese verano fue intenso, pero bueno, todos los veranos lo eran, porque siempre había un par de viajes por La Rioja y un par de salidas (San Sebastián, siempre un fijo en nuestro calendario). El debut en el escenario del Raso fue especial, una danza, una Rioja Alta, haciendo el corro de la izquierda con Fabio. La cuadrilla éramos Bagues, Sanz, Puerta, Raúl y David Moreno (que cedió su tesigo a su hermano Antonio, hoy director del grupo y trabajando por y para el folklore).

Unos años muy divertidos en los que fuimos a Montecomprami, y a petición de Isi, conocimos el Vaticano. Nuestra primera salida gorda fue el primer año: JUMILLA, ese viaje no lo olvidaremos. En una de sus barriadas nos invitaron a comer, y homenajearon a Isi, la bautizaron literalmente. Después estuvo todo el viaje bautizándonos a nosotros, que con 14/15 eramos inocentes a más no poder. Esa actuación a Jumilla la hicimos con el baderín del grupo de Danzas de Arnedo, donde conocimos a papá Pedro, Manjones, Toño, Violeta.... Y regresé a casa sin maleta y con una botella de vino bajo el brazo. 

Cuando llegaban fiestas de Arnedo, nos cogía Isi con su R5 azul, y a bailar. Uno de estos viajes, regresábamos a las 1 o las 2 después de cenar, y con la circunvalación nuevita, decidió coger las revueltas, que decía que su coche las conocía como la palma de su mano. En Arnedo, siempre como en casa. Son parte de la familia.

Estas son un par de anécdotas, y habría para llenar páginas y páginas. Viendo al Grupo cambiar, viendo como unos cuelgan las catañuelas y como otros saltan de la Escuela al Grupo, como se hacen mayores. Como las peques que veíamos en la Escuela ahora bailan junto a nosotros en el escenario, el grupo de las amigas de las sobrinas de Isi, de Ana y Sonia, Carlitos, Estefi, Óscar, Miguel, Santi, Patri....Reyes que debutó el Martes, y en breve, seguro que compartiremos escenario con Nieves, María, Judit, Paula, Leire... 

Historias=Miles, Anécdotas=Cientos

Poco a poco, eso de ir a bailar por lo viajes, ha ido cambiando en mi, lo prometo. Reconozco que me encanta, y que trataré siempre de ayudar y poner todo mi empeño por y para que las tradiciones y folklore calagurritano, que tenemos, y lo tenemos gracias a Isi, continúe vivo.

Hace unos meses, quedamos para tomar un café, una cosa rápida y para nosotros fue como un abrir y cerrar de ojos, pero en el reloj pasaron tres horas. Y que horas. Una gozada el hablar con ella, y vivir esos recuerdos vivos, de como empezó a buscar información, telas, ropas, legados y testimonios como el de "Quica la Coletora" (en ese momento sacó una pequeña libreta y entre páginas encontró los datos de Quica, de nombre Tocaya, la cantidad de veces que hemos oído a Isi, hablar de Quica cuando le tocaba salir a Fabio al escenario, al biznieto con el traje de Ventrosa de Cameros).

No faltó a la presentación del Grupo de Danzas Coletores, de la que es un miembro más. Un miembro más de la familia del Grupo de Danzas.

Esta semana ha sido complicada, y el Martes, la actuación integra la dedicamos el Grupo y la Escuela a Isi de todo corazón. Cuando sales al escenario te fijas en la gente que te ve desde abajo, las caras que ponen, si aplauden, quienes están, y me puse a buscar como otras tantas veces a Isi entre el público, ya que siempre nos a venido a ver, luego se pasaba a saludar, estaba con nosotros, y el Martes la eché de menos. Físicamente no estaba allí pero seguro que nos estaba viendo muy atenta, desde el mismo momento que empezó a sonar la dulzaina de los gaiteros de Albelda, ese legado que transmitió Serafín a sus nietos, hasta que recogimos las catañuelas. Porque nos regaló un tesoro, un tesoro que no se puede pagar con dinero y si con pasión, con esfuerzo y con ilusión. Por eso, GRACIAS ISI (ahora estarás con Serafín)