Calahorra: Raúl, Guillermo (Miguel, 61´), Iván (Fernando, 84´), Edu Gil (Jesús, 75´), Ramón (Víctor, 55´), Jonathan (Segura, 46´), Huete, Aybar (César, 67´), Diego (Samuel, 46´), Jose (García, 61´) y Fernando (Saúl, 73´).
UD Logroñés: Sergio López, Zubiri (Omar, 63´), Arza (Javi Rodríguez, 63´), Gil (Iriarte, 46´), Garrido, Nando, Ubis (Ormazabal, 46´), Goñi (Sergio Martínez, 63´), Iñigo (Domínguez, 63´), Ibai (Moisés, 63´) y Barrón.
Goles: 1-0, Aybar de penalti (30´), y 2-0 Samuel ( 72´).
Árbitro: Chema Carra, asistido por Peña y Acin. Mostró amarilla a los locales Jonathan y Huete que vió dos y fue expulsado en el 64.
Incidencias: Municipal de La Planilla ante más de 200 espectadores. La Reina de las fiestas 2013, Virginia Torres realizó el saque de honor.
Dos goles capitales fueron suficientes para que el Trofeo Ciudad de Calahorra no viajase a Logroño y duerma en las vitrinas del CD Calahorra. Los rojillos cambiaron radicalmente la cara que mostraron el domingo pasado en San Miguel y lograron doblegar a la Unión Deportiva Logroñés, un conjunto que no demostró sobre el césped su mayor categoría, y volvió a recordar los fantasmas vividos en Las Guanas en su estreno ligero. El partido fue muy igualado con dos equipos que querían hacer las cosas bien, dos equipos en construcción, con muchas pruebas en las formaciones ante las atentas miradas de Salvatierra y de Llona desde los banquillos. Los locales se hicieron con el esférico al inicio del choque, moviendo con velocidad, con Aibar y Jonathan llevando el timón rojillo, lanzando balones hacia Diego Abad, que se estrenaba en la delantera calagurritana, asociándose con Huete, que rompía por la banda con peligro. Un gran trabajo colectivo que robaba rápidamente el esférico al Logroñés que no era capaz de encadenar varios pases consecutivos, en un querer y no poder, donde los nervios aparecían y las ideas se nublaban. Los papeles se cambiaron al filo del ecuador de la primera parte, con un Logroñés que se veía cómodo por momentos, con facilidad para mover el balón y sobre todo bien colocado. Mucho juego en el centro del campo y poco profundidad reflejada en dos únicas ocasiones visitantes. El partido se iba a romper en el minuto 30, cuando Diego recuperaba en la medular y lanzaba una contra de pizarra, abriendo para Huete, que abría a la derecha para la velocidad de Jose, y este servía a Guille que era cazado dentro del área por un precipitado Arza. Aibar fue el encargado de transformar la pena máxima y abrir el marcador. Un tanto que no acabó de despertar a los visitantes y que enseñó el camino a los locales que iban a tener tres ocasiones antes de terminar la primera parte para aumentar su renta. Garrido no tuvo descanso en su objetivo de frenar a Diego. Tras el paso por los vestuarios empezó el baile de piezas sobre el terreno de juego. Llona hacía debutar a Julen Iriarte en la punta. La Unión salió con otra cara, metiéndose en el campo rojillo y manejando el esférico a su gusto. Ibai trabajaba en la medular para mandar el juego blanquirrojo, ayer de azul. El Calahorra tenía que apretar los dientes y defender, ante un equipo que ponía toda su pólvora sobre el césped, con Iriarte, Domínguez y Omar en la punta. Julen Iriarte estrellaba un cabezazo en el larguero. A esto hay que sumarle la expulsión por doble amonestación de Huete en el 64. El Logroñés tenía mucho tiempo y un jugador más para darle la vuelta al partido y no fue capaz. Raúl iba a demostrar que es un firme candidato a la portería rojilla, con un festival de paradones que valieron el partido. En el 57 blocaba una doble ocasión a disparo de Domínguez y Iriarte. Pero el Calahorra hizo frente a todos los problemas y cuando mejor estaba su rival, dio la puntilla al partido. Samuel sorprendía en el área visitante, se quedaba solo ante Sergio y definía de un disparo raso cruzado directo a las mallas. El tramo final fue asfixiante para el área calagurritana, pero Raúl estuvo excelente. Omar lanzaba un cañonazo a bocajarro y Raúl repelía, a falta de nueve minutos, era Domínguez quien apuntaba al marco local, y Raúl volaba para evitar el gol, después haría lo propio ante un chut de Moisés, y ya en el tiempo de descuento sacaba de dentro un disparo de Javi Rodríguez.
El capitán rojillo, Héctor Segura, levantaba el XXXIX trofeo “Ciudad de Calahorra”, tras un partido frenético y emocionante, del que disfrutaron los más de 200 aficionados que hicieron un descanso en sus fiestas para ver el derbi entre Calahorra y Logroñés. El Calahorra enseñó su mejor cara, con desparpajo, con ganas de agradar y sobre todo con dosis de un fútbol práctico, rápido y eficaz. Por su parte la UD Logroñés, mostró sus galones de equipo de segunda B, pero tiene todavía un largo camino para ser el Logroñés que se quiere. El derbi, dejó un doble debut. En la primera mitad Diego Abad se estrenaba como rojillo en el Municipal, tomando las riendas de la delantera local. Abad peleó todos los balones, acabó sangrando por la nariz, en la lucha por un balón dividido, y fue quien lanzó la jugada que iba a acabar en el penalti para el Calahorra. Buenos 45 minutos. La segunda mitad cedió el protagonismo a Julen Iriarte, que se enfundó la elástica blanquirroja, cogiendo el sitio del nueve, moviéndose entre líneas, buscando con rabia el gol, y dejando temblando el esférico de La Planilla de un certero cabezazo. Una tarde frenética en los banquillos en los que Salvatierra y Llona no se sentaban para dirigir a sus pupilos, corregir posiciones y dar forma a su juego. En este duelo Salvatierra vivió más tranquilo, a excepción del momento de la expulsión de Huete en el que se levantó junto a Conget. Llona se echaba las manos a la cabeza ante las continuas pérdidas de balón de sus jugadores, sin encontrar el camino hacia la meta rojilla.
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