domingo, 29 de agosto de 2010

Un punto que sabe muy dulce.

Un empate por los pelos
Leo en el tiempo de descuento salvó el empate
Calahorra: Picuchos II, Andrés Serrano, Cristian, Picuchos I, Varea, Pirri, Escudero (Barco, 88´), Mario León, Segura, Toledo y Joan.
Varea: Leo, Miguel, Rubén, David (Ramón, 27´), Xabi, Joseba, Ubis (Murias, 71´), Ignacio, Aarón, De Blas y Rulo (Mikel, 46´).
Árbitro: Partido dirigido por el señor Hernández, asistido por Ruiz y Calvo. Mostró tarjetas amarillas a los rojillos Toledo, Escudero, Varea y Pirri y a los visitantes Miguel, Rubén e Ignacio.
Incidencias: Partido disputado en el Municipal de La Planilla en plenas fiestas, ante menos de 200 espectadores.

Por los pelos o mejor dicho por la intervención final del portero del Varea Leo, los logroñeses consiguieron salir del Municipal rojillo con el primer punto de su casillero, en su retorno a la tercera riojana. Con el partido en el tiempo de descuento, Iñaki Toledo rompía en velocidad y regalaba el pase de la muerte a Barco, recién incorporado en el terreno de juego, que no se lo pensaba y disparaba raso. Leo se lanzaba al suelo y lograba evitar que el esférico cruzase la línea de gol.
Un punto que deja distintas sensaciones, ya que el nuevo proyecto del Calahorra, con pocos efectivos y una plantilla muy joven, con muy poco experiencia supereba en muchas facetas del encuentro a un rival experimentado y que llegaba con galones de favorito, pero que se vio superado sobre el campo, y sin ser capaces de crear ocasiones de gol.
Los rojillos fueron los protagonistas en solitario de los primeros 45 minutos, al primer toque, miviendo rápido el balón y atacando. Con un gran trabajo de su medular, con Mario Léon y Pirri, robando, presionando y triangulando con los hombres de arriba. Importante el apoyo de los laterales, con gran recorrido y con velocidad sumándose al ataque. Por su parte el Varea salió lento, con las líneas bastante retrasadas y corriendo detrás del balón, con el objetivo de robar el esférico de las botas locales, que compensaban la falta de veteranía, con fuertes dosis de lucha. El Varea defendía con una línea de cuatro y con Joseba incrustado en ella, y como principal llave de juego, pecando de buscar enganchar a base de pases largos para intentar sorprender a Picu II, que no tuvo nada de trabajo en los primeros 45 minutos a excepción de alguna jugada a balón parado. Las mejores ocasiones fueron locales. Serrano en el minuto 6 sacaba un chut pegado a la cal, que puso en serios apuros a Leo para evitar el gol. En la jugada posterior Escudero tuvo en sus botas el tanto, aprovechando un pase en profundidad de Pirri, pero el calagurritano disparó muy flojo. Al equipo de Salvatierra les faltaba polvora para materializar y culminar las jugadas, pero tenía el control del encuentro.
En la segunda mitad los rojillos no bajaron los brazos y se mantuvo firme ante un Varea que pisó el acelerador para buscar el partido. Un tímido despertar arlequinado, ayer de blanco, que tuvo su primer disparo peligroso, con un cañonazo de Mikel desde la frontal que acabó rozando la cruceta. A pesar de ello, el equipo de Salvatierra continuó corriendo y corriendo, asfixiando e incomodando al Varea, que tenía muchos problemas para penetrar en el campo calagurritano. Además los logroñeses cometían muchos errores y no lograban mantener el esférico en su poder, con muchos espacios entre líneas. Partido serio. Los rojillos no tuvieron fortuna en el 63, cuando Pirri encañonaba desde la frontal raso y una pierna rojilla desviaba lo justo el disparo para que no llegase al fondo de las mallas. El Calahorra se lanzaba al contragolpe sin complejos. En uno de ellos, Escudero se quedaba solo delante de Leo, pero enganchaba forzado y acaba por encima del larguero (68´). Escudero también tendría su ocasión de cabeza, pero su cabezazo no encontró escuadra por muy poco. El centro del campo era rojillo y el Varea solo podía atacar por alguna galopada o a base de pases largos, muy largos. La ocasión de Barco puso el punto y final al choque, que dio un punto a cada equipo pero dejó distintos sabores de boca a ambos conjuntos en el estreno liguero.

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