Una auténtica marea roja tocó con sus manos y se inmortalizó con el sueño del fútbol español: la copa del Mundo. Una jornada, la de ayer martes, que dejó huella en la ciudad, con más de cinco mil peregrinos que se acercaron hasta el trofeo que levantó el pasado 11 de Julio el capitán de La Roja, Iker Casillas. Tres horas antes de que se abriesen las puertas del Pabellón Europa, ya había cientos de calagurritanos esperando la llegada del trofeo que a las 10 de la mañana era entregado y levantado por el alcalde de la ciudad, Javier Pagola, para su posterior traslado al pabellón para ofrecerlo a toda la ciudad. Las puertas por fin se abrieron a las 12 de la medidía hasta las tres, y por la tarde desde las 4:30 hasta las diez de la noche, para que todos los aficionados que esparaban pacientemente en la fila tuviera su momento de gloria con la Copa. Entre una hora y hasta dos horas y media, era el tiempo que debían de esperar para por fin llegar a los pies del trofeo de La Roja, ante la atenta mirada de Iker, Xavi, Fábregas, Villa, Torres y por supuesto el león riojabajereño Fernando Llorente que custodiaban su trofeo. Por el Europa pasaron muchos calagurritanos y también muchos aficionados llegados de todos los rincones de La Rioja Baja y de la ribera Navarra. Una marea formada por gente de todas las edades, de generaciones muy distintas, y por supuesto niños, muchos niños, que tenían festivo hoy en la ciudad, y junto a ellos, con la excusa de tener que llevarlos, estuvieron los padres, madres, abuelos….que tuvieron la recompensa tras la espera para convertirse por un instante en parte del sueño de La Roja. Tras un largo día la copa del Mundo se despidió de los aficionados de Calahorra para viajar hasta Haro donde hoy vivirá la última jornada de su peregrinaje por La Rioja, haciendo que el sueño del fútbol español sea por unos días el sueño de los riojanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario