Tras el susto llegó la calma, y ayer al entrenador del AF Calahorra le tocó un día de reposo, médicos y de casa, donde recibió a Diario La Rioja, a las puertas de su domicilio en Rincón de Soto. Tal y como nos contó el míster rojillo “hoy me lo he tomado con calma, no he ido a trabajar porque todavía estaba un poco mareado. Ya se ha pasdado el susto. Ahora a esperar al mes que viene que tengo que ir al especialista a ver si encuentra solusión, no encuentra solución o esto es habitual en todas las personas. A ver lo que me dicen”. Dani proseguía “alguna vez ya me había pasado, me mareaba pero se me pasaba enseguida. Ayer (por el domingo) fue fuerte, se me doblaron las piernas y me caí”. Él mismo, recordaba y relataba lo sucedido en los momentos previos a su desvanecimiento “el árbitro no se había enterado de nada. Un saque de banda que teníamos que sacar nosotros. Él había pitado falta en contra y además le sacó tarjeta amariaflla a uno de mis jugadores. Si sacaban la falta ya no podía echar marcha atrás el árbitro, por eso yo estaba gritando a Iván que se lo dijera al árbitro que era saque de banda a favor nuestro y que la tarjeta se tenía que anular. Y como no oía, no oía, iba chillando cada vez más para que me oyera y me pegó el mareo”. Al girarse cayó al suelo “yo oía todo, lo que pasa es que no me podía levantar porque me mareaba. Enseguida entró nuestro banquillo, Cristian y todos, y también del banquillo del Agoncillo” relataba. Hasta ese momento el AF había dado la cara en un partido muy importante para sus intereses “la primera parte fue igualadita, no nos crearon excesivos problemas. En ese momento estábamos metiéndoles más presión. Habíamos creado jugadas de peligro. La falta que le enseñó tarjeta amarilla al portero y podría haber sido roja. Estábamos achuchando. En ese momento yo lo veía bien, creía que podíamos ganar. Pero al final no sé lo que pasó. Se perdió”. A pesar de todo, esta mañana tocaba ir a trabajar y el domingo se sentará en el banquillo visitante de San Miguel, con tres puntos en juego vitales para salir del pozo ante un River muy mermado por sanciones y lesionados “el médico me ha dicho que estaba todo normal, que si me da fuerte me puede volver a dar, o como si inchas un globo que te mareas. Intentaré gritar menos. Además juego en casa, a ver si les damos un disgusto a estos de Rincón” culminó riendose al final. "En la mayoría, no solo en la tercera sino en categorías inferiores también, es difícl que hay ambulancias ni nada. Solo se que hay en Pradoviejo. Los clubs que juegan se habrán puesto de acuerdo para que haya una ambuelancia siempre. Tener una ambulancia en un sitio parado repercute que esa ambulancia no se pueda mover a otra urgencia. Es costoso. El tema es difícl, igual sería mejor que habría personas más preparadas en los campos. Los entrenadores hemos hecho algo pero no estamos preparados como un médico”. Esta tarde volverá a dirigir los entrenamientos del AF Calahorra, para continuar trabajando para mantener la categoría.
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