Garrido se tuvo que ir directo al hospital

El pelotari calagurritano Garrido V no pudo agradecer el apoyo de los aficionados a la pelota de su ciudad con una victoria. Una sensación agridulce, que quedó en los aficionados que casi llenaron el barberito para ver al pelotari local. Garrido se rompió en uno de los primeros compases del choque que le medía a Capellán en las últimas horas de las fiestas calagurritanas de invierno. UN intento para enganchar un gancho de Capellán, acabó con un fuerte golpe de Garrido en el suelo y una lesión en las costillas. Miguel intentó continuar el partido, pero poco a poco el dolor le iba pasando factura hasta que decidió retirarse con 18-8 en el marcador a favor de la pareja formado por Capellán y Eulate. Capellán jugó con ritmo y mordiente, poniendo a pruba a Garrido que contestaba a las intentonas de su rival, pero erraba en sus ataques. La pareja de Garrido, Sáinz II estuvo poco seguro en las devoluciones, todo lo contrario de Eulate, zagero de Capelllán que devolvía todo. Un partido que quedó en descafeinado pero que dejó buen sabor de boca en los aficionados locales que casi llenaron el Barberito I.
Antes del estelar, Merino III y Ayuso, calentaron el ambiente contra el calagurritano, Garrido VI, hermano de Miguel Garrido, y Lobato VI, único pelotari aragonés en activo, último descendiente de la saga pelotazale de Lobato I, natural de Baños. Un partido muy igualado con distintas alternancias en el tanteador, que fue desequilibrándose a favor de la pareja Roja, con más acierto en el ataque y que agunataba los arreones de Garrido. Al final los rojos compieron el choque con el punto 16 y se fueron rapidamente al 22- 16.
Una cita que completaron los alumnos de la escuela de Calahorra de pelota mano, que fueron los encargados de levantar el telón, con un partido de exibición a 18. Alejandro Muñoz, con Víctor Martínez en la zaga, se impusieron a la pareja azul de Jorge Muñoz y Jorge Subero.