viernes, 1 de julio de 2011

Se acabó el curso

Hoy me he levantado a las mil. No había colegio. Se ha acabado el curso. Y esta noche creo que lo he vivido en mi cabeza desde el primer día hasta ayer. Desde el día que regresé al Alhama, con Cabretón en la cabeza y volví con las llaves de Valverde en mis manos. Ufff, decía, un nuevo año, un nuevo cole y a empezar de nuevo. Así es la vida del interino, y aunque algún fantasma de funcionario piense que porque no hemos aprobado unas oposiciones no somos maestros, nosotros si lo somos y cada curso iniciamos un nuevo camino, distinto, con la menta abierta a todo y no estamos con los ojos tapados, esperando con la mano abierta a que llegue la nómina del mes, un alumno =un número, no se equivocan, son personas.
Cuando llegué al cole me esperaba Jorge, que ha sido junto con Rebeca mis compañeros de viaje, con los que he compartido el día a día, disfrutando de nuestro trabajo. AL principio tenía nueve críos pero las cosas de la vida dos mudaron a Murillo del Río LEza. Empezó el curso y empezamos a conocernos. No pongo nombres pero os tengo que decir que he tenido un hombrecillo y dos mujercillas de tres años, que son unas máquinas, que desde que entraron por la puerta se zambulleron en las letras, los números y todos los días llegaban con hambre de aprender. !Mira un burro volador! y el Luisja llevándose el almuerzo. JEJEJJEEJ. Los de cinco años ha despegado como nunca. Les di las herramientas para leer y escribir y al final los cuentos me los cuentan ellos y no yo a ellos. Y de mis chicas de Primaria que digo....pues que han sido mayores disfrutando de la magia de los más pequeños, de la magia de no estar plantados o enterrados en una silla, gran mal de la educación actual. Hay que despertar la creatividad, hay que abrirse a la gente, al pueblo...a la realidad que nos rodea.

Este año tengo que decir que todos los alumnos de Valverde, no son meros nombres o números sino todo lo contrario son amigos y amigas, que han caminado por un sendero único, que permite los colegios pequeños, los CRA, a la sombra del Moncayo y por supuesto en una zona mágica y de la que estoy enamorado, el Alhama. Esta nit subo a la capi de cenita con mis compañeros de cole, de las especialistas que han traido un rayo de alegría siempre que pisaban el centro valverdeño. Voy a echar de menos a mi mami (Merche), a superRaquel....Dieguito...El año pasado una parte de mi se quedó en Cabretón, me costaba decir adios y ayer que me despedí de mis chicos algo de mi se quedó allí. Cuando vi el mojón a la salida de Valverde, mi mirada se giró diciendo un hasta luego, nunca ADIOS. Así que esta mañana cuando me he despertado creyendo que había sido un sueño, han pasado por mi cabeza desde el primer día hasta el último, desde la Vendimia hasta el chapuzón esta pasada semana en la piscina del pueblo. Un sueño dulce, divertido y del que me he espabilado hoy, ya que este mes hay que rellenar la solicitud para el curso que viene, para un viaje que no se porque camino me va a llevar. Pero estoy seguro, que volveré a disfrutar.



(Os dejo la última foto que he hecho este curso, volviendo por la Fuente de los Cantares)

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