El colegiado decidió la suspensión en el minuto 51, con empate a uno en el marcador
Calahorra: Raúl, Héctor Segura, Guillermo, Ramón, Edu, Jonathan, Samuel (César, 46´), Aibar, Diego, Huete e Iván.
Arnedo: Iván, Tomé, Javi, Manu, Romero, Pablo, Dani, Rachid, Hernáez, Carlos e Iñaki.
Goles: 0-1, Hernáez (17´) y 1-1, Aibar de penalti (41´).
Árbitro: partido dirigido por el señor Acero Pradera, asistido por Acero y Viloria. Mostró tarjeta amarilla al calagurritano Héctor Segura y expulsó por roja directa al arnedano Romero en el minuto 39.
Incidencias: Municipal de La Planilla, 200 espectadores. El partido arrancó con una intensa niebla y en el 51 el colegiado señaló la suspensión del Derbi.
Calahorra y Arnedo se tendrán que volver a ver las caras para decidir el resultado final del derbi. Corría el minuto 6 de la segunda mitad, cuando el asistente avisaba al colegiado principal de sus dificultades para divisar la banda. El señor Acero Pradera reunía a los capitanes y señalaba la suspensión del partido, dejando todavía 39 minutos en el aire con el empate a uno en el marcador de La Planilla y al Arnedo con desventaja numérica por la expulsión directa de Romero en los últimos compases de la primera mitad. Al saltar al césped tras el descanso, el árbitro de la contienda ya había consultado a los jugadores de ambos equipos la posibilidad de suspender el choque, pero al final, el balón volvió a rodar seis minutos más. La decisión del colegiado despertó el descontento de una parte de la grada y la comprensión de otro amplio sector. La niebla a pasos agigantados había cubierto La Planilla. Desde la medular se podían ver las dos porterías pero con una cierta dificultad. A esto hay que sumarle el esférico blanco y el uniforme de los jugadores del Arnedo que no ayudaron para su identificación entre la densa bruma que culminó siendo la protagonista de un derbi que hasta el minuto 51 había sido muy entretenido y reñido. Los rojillos dominaron el partido, llevando el peso del mismo y controlando el esférico. Aibar tiraba de galones en la divisoria para recuperar rápidamente el balón y lanzar el ataque local, junto con un acertado Jonathan que siempre miraba al ataque. La artillería calagurritana se movía, se ofrecía y buscaban un especio que les abriera las puertas del gol. Segura y Guillermo se sumaban al ataque con velocidad, abriendo el campo y apurando hasta la línea de fondo para bombardear la meta visitante continuamente. Diego fue el hombre de referencia en el juego ofensivo local, con fuerza en la pugna y buscando con insistencia el gol. Los rojillos llegaban pero les faltaba la finalización. Por su parte el Arnedo, se forjó en su defensa, con una sólida línea que se empleó al máximo ante las acometidas del Calahorra. Su centro del campo se replegaba para frenar a su rival, y Hernáez e Iñaki esperaban su oportunidad para hacer añicos al Calahorra a la contra. Superado el primer cuarto de hora, una jugada rápida iba a dar el tan ansiado tanto al Arnedo. Un pase largo acababa en la frontal del área en las botas de Hernáez. El ariete, bombeaba el esférico por encima de Raúl y rompía las tablas en el marcador en la primera llegada visitante. Un jarro de agua fría que no hizo daño al equipo de Salvatierra, que continuó jugando fiel a su estilo. La respuesta local no se hizo esperar y Guillermo cabeceaba rozando la cruceta. Pocos minutos después, Guillermo rompía por el lateral, ponía un balón alto al punto de penalti y Samuel no aprovechaba el fallo del portero en su intento de despeje. En el tramo final, Diego recibía por el eje, irrumpiendo en el área y era cazado por Romero cuando se disponía a chutar ante Iván. El colegiado señalaba la pena máxima y mandaba a Romero a los vestuarios con roja directa. Aibar no perdonaba y marcaba el empate. Segura tuvo en sus botas el segundo antes del descanso, enganchando alto una asistencia de Guillermo. Con el empate a uno se fue a los vestuarios y después llegó la suspensión, dejando el desenlace del derbi sin escribir.
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