domingo, 26 de enero de 2014

Ismael hunde al Calahorra en el último suspiro

El conjunto del Villegas, foto KIKO
Calahorra: Picuchos II, Alex (Samuel, 63´), Héctor Segura, Guillermo, Ramón, Jonathan (César, 63´), Lobera, Aibar, Diego, Huete e Iván.
Villegas: Rusca, Lapeña, Eduardo (Bladi, 72´), David, Merino, Eguren, Vitín, Sicilia (Vega, 84´), Mourad, Ismael  y Javi Gómez (Varona, 87´).
Gol: 0-1, Ismael (95´).
Incidencias: Municipal de La Planilla ante 200 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del expresidente rojillo Ernesto Ortega.

El reloj superaba los cuatro minutos del añadido marcado por el colegiado. El Calahorra estaba volcado en el campo del Villegas quemando sus últimos cartuchos, cuando de repente la moneda cambiaba de signo radicalmente. El esférico caía en el campo rojillo, e Ismael se hacía con el balón totalmente solo. El delantero visitante penetraba en el área y definía por bajo ante la salida de Picuchos II que nada podía hacer para evitar el gol. El banquillo logroñés saltaba al campo con todo el Villegas celebrando un tanto que le da tres puntos de oro para su liga particular y que hundía al Calahorra, dejándolo maltrecho en su feudo como reflejaba la imagen de varios jugadores tendidos, rotos,  sobre el césped. La Planilla enmudecía y em
pezaba enfilar la puerta de salida del Municipal, después de ver como su equipo iba a caer sin remedio y sin tiempo de reacción después de cuatro palos, un penalti errado y un sinfín de ocasiones claras de gol, ante un cancerbero, Rusca, que ayer se convirtió en el salvador del Villegas.  
El partido había arrancado con una salida en tromba de los hombres de Salvatierra, con el gol como único objetivo. Lobera se convertía en la principal arma en el primer episodio del choque, rompiendo por su banda una y otra vez. En el minuto 2, Huete lanzaba un cañonazo durísimo desde la frontal en el primer larguero de la tarde. Cuatro minutos después era Huete que mandaba el esférico al póster visitante. La única respuesta en la primera parte del Villegas fue un chut de diez metros de la frontal que Picuchos volaba recuperando la posición y mandando fuera. Tras ese disparo llegó el monólogo rojillo que abría el campo, penetraba por las bandas y se movía a la perfección cercando la meta de Rusca. El Villegas se defendía, aunque perdido en el césped durante los primeros veinte minutos, poco a poco se recompuso, armó dos líneas entorno a su meta, dejando pocos espacios y convirtiéndose en un frontón para las ocasiones locales. Diego tenía que pelear por deshacerse de la presión de David, obligándolo al delantero local a remates muy forzados. En el 34 Aibar chutaba durísimo desde la esquina del área a media altura pero Rusca sacaba de puños. Un minuto después el mismo portero evitaba como podía el gol de Aibar a saque de esquina. Con el 0-0 se llegó al descanso. Tras la reanudación y casi sin tiempo para que los aficionados se sentasen, Vitín tocaba con la mano el esférico dentro de su área cortando un pase de Iván para Segura. El colegiado señalaba la pena máxima. Aibar metía la punta de la bota en el lanzamiento desde el punto de penalti, buscando la escuadra derecha pero su disparo acababa en la grada del fondo de La Planilla. El Villegas armó la divisoria, asfixiando y robando, para salir con velocidad camino de la puerta de Picuchos II. Solo en una ocasión lo logró y dio el gran susto a la parroquia local. Corría el minuto 55, Mourad recibía, rompía dentro del área y salvaba la intervención del portero con un disparo directo a la red. Alex se lanzaba “in extremis” sacando de la línea. Salvatierra movía piezas y daba entrada a Samuel y César, volcándose al ataque a contrarreloj. Las ocasiones fueron cayendo a favor del Calahorra pero ninguna terminaba en el fondo de la portería. Rusca intervenía providencialmente. En el 81, Diego enganchaba de chilena dentro del área y Rusca respondía con una estirada en la línea. Samuel apuraba línea de fondo, cedía a César cuyo disparo desviaba Rusca a la madera. Los últimos minutos fueron de infarto, con el Villegas encerrado en su campo, solo Bladi en la punta con la asociación intermitente de Ismael, y el Calahorra bombardeando una y otra vez la meta del Villegas. Rusca sacó dos manos milagrosas en el añadido, en sendos cabezazos de Guillermo y de César, tocando lo justo para desviar fuera y el otro al larguero, este último en el 94. Superando los cuatro minutos añadidos por el colegiado llegaba el fatal desenlace para el Calahorra, que supone su segundo tropezón consecutivo.

1 comentario:

  1. Ismael no hunde al Calahorra, sino los propios jugadores que estaban el sabado a las tantas de la noche de copas y no es la primera vez, otro dia ponemos nombre si quieres.

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