La tanda de penaltis dictó sentencia y decidió el ganador del XXXIX Trofeo “Ciudad de Calahorra”, que voló a Tudela. Por el Calahorra marcaron desde los siete metros Pelusa, Jon Mateo, Varea y Gómez, mientras que por el conjunto navarro Lumbreras, Azpiluceta, Damian, Miñes y Torres batieron a Pipa, que estuvo a punto de despejar los dos primeros. Zaparain dio el título al Tudelano al volar en el cuarto lanzamiento rojillo despejando el tiro a media altura de Cristian. A pesar de este desenlace el Tudelano se mostró sobre la alfombra de La Planilla, como un conjunto más rodado y que llega a las puertas del inicio ligero un escalón por encima del Calahorra. Los rojillos salieron un poco nerviosos, con muchas caras nuevas, con un once titular compensado, equilibrado y con las piezas claves de este proyecto deportivo. LO mejor del Calahorra, la línea defensiva con Cristian y Picu en los laterales y Pericolo y Hugo en el eje, peleando y sin complicarse la vida. Los problemas llegan al conectar con la medular, no recibe y no manda balones arriba. Segura con mucho movimiento, prestándose, bajando a la medular a coger balones, Manu y David muy trabajadores pero muy solos, montando la guerra por su cuenta un poco perdidos. Y Gómez ayudando en el centro del campo un cara a cara con Chueca, roba Fernando Gómez y ya tiene 3, 4 hombres presionándole. La defensa navarra muy adelantada, presionando, sin dejar espacios y sobre todo trabajando a las mil maravillas
Sin embargo, su rival en el torneo prefiestas, si hizo dueño del balón y casi del partido. El Calahorra veía como el Tudelano movía el esférico y empezaba a tener ocasiones claras delante de la portería defendida por Picuchos II. Floristán en el centro del campo llevaba el mando y abría para que Chueca por la izquierda y Esparza por la derecha intentaran penetrar en la defensa local. Velocidad y peligro. Por su parte los rojillos se veían desbordados ante las arremetidas visitantes. Los rojillos estaban rotos en el terreno de juego, sin conexiones y sin medular. Las mejores ocasiones llegaron del lado navarro, con cuatro calaras oportunidades en apenas 10 minutos. El Calahorra solo contaba en su balance ofensivo con una individualidad de Segura que naufragaba en la luna del área. El partido fue creciendo en intensidad hasta que en el 44 saltaron chispas con Gómez, como protagonista, objeto de varias entradas fuertes y que acabó soltando “un tortazo” literal a Lumbreras. Entonces llegó el camino a los vestuarios. Tras la reanudación marcó el Tudelano en apenas 40 segundos. En una jugada rápida, Mena aprovecha un agujero en el lateral dejado por Picu, para servir el pase de la muerte a Esparza que no perdona ante Pipa, que había entrado por Picuchos II. La tónica fue la misma de la primera mitad. El Tudelano cambiaba piezas y ganaba en profundidad y mordiente en el ataque. El Calahorra iba rejuveneciendo su once, que no lograba arrebatar el control a los navarros. A falta de veinte minutos para el final, Gorka iba a igualar el marcador. El rojillo se revolvía en las inmediaciones del área, se iba de dos defensores y marcaba raso. Cuando más parecía que se acercaba el 0-2, el equipo de Zangróniz revivía. Los últimos cinco minutos fueron un asedio visitante, con Pelusa y Seguro preparados para saltar a la contra y el resto defendiendo. Pipa sacaba dos disparos por bajo de Terre en los últimos instantes del tiempo reglamentario.
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