Yagüe: Javi, Joni (Cata, 57´), Carlos, Bryan, Chico Yoni (Miguel, 46´), Zoco, Movellán, Pedro (Gabri, 46´), Diego, Chileno y Rober.
Goles: 1-0, Mario León (18´); 1-1, Movellán (21´); 2-1, Iván Alcalde de penalti (23´); 2-2, Diego de penalti (28´); 3-2, Mario León (38´); 4-2, Urtasun (40´); 5-2, Mario León (73´) y 6-2, Héctor Segura (88´).
Árbitro: partido dirigido por el señor López Gil, asistido por Montoro y Borja Martínez. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Iván Alcalde y Diego y a los visitantes Javi, Movellán, Diego, Chileno y Gabri. Expulsó al calagurritano Picuchos I con roja directa en el minuto 27´ y al logroñés Carlos por doble amonestación (73´ y 74´).
Incidencias: Municipal de La Planilla ante 200 espectadores.
Lluvia de goles en La Planilla
Los rojillos sentenciaron el choque con casta antes del descanso
Los jugadores del Yagüe salieron del césped del Municipal de La Planilla empapados y goleados. Los de la barriada no fueron capaces de frenar al rodillo rojillo a pesar de igualar por dos veces el marcador y contar con un efectivo más sobre el césped desde el 27 merced a la expulsión directa de Picuchos I. El Calahorra sacó a relucir su casta y su juego desde el minuto uno hasta el pitido final. El choque arrancó con un Yagüe replegado en su campo, esperando al Calahorra que controlaba el esférico y no paraba de mover el juego para encontrar una vía de agua con el objetivo de penetrar hasta la meta de Javi. Mario León iba a encontrar por la izquierda un carril mortal y devastador. Mario recibía de Segura que cambiaba el balón de banda y el ariete rojillo penetraba por la esquina del área fusilando al cancerbero y rompiendo el empate a cero. Los amarillos iban a aprovechar un despiste de la zaga local para igualar el partido gracias a Movellán. La respuesta calagurritana fue fulminante, con un contragolpe que acababa con Mario León en el suelo cazado por el portero que veía la tarjeta amarilla y tenía que defender la pena máxima. Alcalde no perdonaba. En apenas un minuto el esférico cambiaba de campo y Picuchos I derribaba a Diego cuando se preparaba a encañonar un balón escupido por el larguero. El colegiado no dudaba y señalaba el punto de penalti y mandaba a Picuchos I a la ducha. El mismo Diego se encargaba de transformarlo. El choque había adquirido un tinte loco, eléctrico, con dos equipos que a su manera buscaban el gol. A pesar de contar con un jugador menos, el Calahorra sacó casta y demostró que quiere estar en los puestos de arriba.
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