Calahorra: Julio, Andrés, Cristian, Naya, Picuchos I, Pirri, Sergio (Mario Barco, 55´), Mario León, Segura, Escudero e Iñaki Toledo.
Calasancio: Joserra, Álvaro ruiz, Óscar, Víctor, Ularra (Chavarri, 70´), Nacho, Emilio (López, 83´), Geru (Eguizábal, 60´), Gonzalo, Félix y Pipo.
Goles: 1-0, Iñaki Toledo (89´) y 2-0, Mario Barco (93´).
Árbitro: partido dirigido por el señor Diego Alonso, asistido por Ibarra y López. Mostró al tarjeta amarilla a los locales Naya, Pirri y Segura y a los visitantes Joserra, Óscar, Víctor, Nacho, Geru, Pipo, Chavarri y Eguizábal. Expulsó por doble amonestación al jugador del Calasancio Álvaro Ruiz (39´y 81´).
Incidencias: partido disputado en el Municipal de La Planilla ante 300 eespectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del padre del exarbitro de primera división Miguel Ángel Marín López.
Pelea hasta el final
Los rojillos rompieron el muro del Calasancio en el 89
El Calahorra tuvo que sudar y pelear hasta el pitido final para lograr la victoria en su choque ligero que le medía al Calasancio. Un partido nada fácil, ante un rival muy incómodo, que acabó defendiendo su portería la última media hora, sin dejar un resquicio a los jugadores locales, presionando, ayudándo y cortando las jugadas a base de faltas, sin dejar jugar a su contrincante y aún menos que mantuviera un ritmo el encuentro. Un partido difícil de arbitrar en el que Diego Alonso tuvo que sacar 12 amarillas y al que no le ayudaron nada los jugadores.
El choque tuvo un claro color rojillo, con algunas pinceladas amarillas sobre todo en la primera mitad, donde el Calahorra tenía el balón pero tenía problemas para atacar, moviéndolo, dejando a Pirri que buscase pases a sus compañeros de ataque pero el Calsancio contestaba robando en la divosiria, con una gran presión de Emilio, Félix y Ularra, para salir a la carrera al contragolpe, pero chocando con bastante facilidad con la defensa local. Sergio varió su posición con respecto a los últimos partidos, con libertad y ayudando en defensa en la covertura y llevando el balón por la izquierda, principal vía en los primeros 45 minutos. Faltaba pólvora y posiciones cómodas y claras para buscar el gol. La maquinaria rojilla estaba monótona, sin encontrar la manera de superar a su rival y aún menos de disparar. El mayor peligro llegó a balón parado y varias ocasiones que no encontraron portería. Sería Mario Escudero quien encontraría una brecha en la frontar para colarse y recibir en posición clara de disparo en el 42, pero al final su disparo raso fue muy cómodo para Joserra. Por parte amarilla, desperdiciaron la única ocasión que tuvieron. Un fallo de los que definen un choque. Los rojillos sacaban de esquina en el 33, y el esférico acabó retrasandose hasta llegar a la medular, donde Félix fue el más listo para robar y lanzar un pase largo a la carrera de Emilio, que delante de Julio incomprensiblemente dispara a tres metros de la portería.
Tras la reanudación los rojillos monopolizaron el dominio del balón. El Calasancio retrasaba poco a poco más sus líneas hasta acabando defendiendo 8 jugadores con dos barreras muy juntas y difíciles de penetrar. Los logroñeses parecían conformarse con el empate y el Calahorra sin embargo corrría contrareloj para evitar que se fueran puntos del Municipal. Salvatierra sacaba a Mario Barco para apoyar con más fuerza en el ataque. Toledo cogía el testigo de Sergio en la izquierda y se convirtió en la piedra de juega calagurritana. Pirri sacaba de la divisoria para dejar a Toledo, que tenía que zafarse de dos y hasta tres rivales en la presión, y de sus botas servir a sus referentes arriba. Los visitantes tuvieron que emplearse a fondo. El Calahorra se acercaba hasta el área pero unas veces la presión y otras sus impresiones acababan en espejismos. Segura estuvo apunto de lograr romper el empate en el 75, robando casi sobre la línea un rechace de Joserra, pero al final el portero se rehizo y puso el cuerpo para evitar el gol. Mario Barco se introducía hasta dentro del área y empezó a recibir los centros de Toledo y Pirri. Los de Nacho Ruiz se quedaban con un efectivo menos en el 81, por ello retrasó a Emilio y pidió más fuerza. Tras la expulsión, Pirri conectó con Barco en el 82, pero el cabezazo del ariete rojillo desde el punto de penlati acabó en los guantes de Joserra. La Planilla tendría que esperar a casi el tiempo de descuento para ver un gol. Pirri robaba el esférico a Óscar y apuraba línea de fondo para servir a Toledo, que llega de cara e incrustaba el esférico en la escuadra. Un golazo y un mazazo para los amarillos, que adelantaban líneas a la desesperada para igualar el partido pero era demasiado tarde, porque Pirri, nuevamente estuvo muy acertado para "robar la cartera" a la zaga visitante y ceder el pase en profundidad a Mario Barco que mano a mano con Joserra, cruza el esférico al fondo de las mallas. De esta manera Barco escribía el punto y final a un partido complicado.
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