En el minuto 70 Nacho Martín ordenaba el segundo cambio en las filas de su equipo. Se retiraba del terreno de juego un Luigi que lo intentó pero que no encontró la manera de romper y esquivar la presión de los jugadores jarreros para buscar el gol, y daba entrada al francés Pierre Cotant. El francés salió y en el primer balón que recogió en sus botas lo clavó en las mallas. Un cañonazo de más de veinticinco metros de distancia de la portería, que sorprendió e hizo añicos la nave del hasta entonces líder, abriendo una vía de agua importante en la nave jarrera que a contrarreloj intentó recuperarse y salir a flote pero que acabó hundiéndose y encallando en el Municipal de La Planilla. El cañonazo con nombre francés levantaba a un equipo que estaba pasando por sus peores momentos, con las líneas muy retrasadas y despejando como podían cada una de las internadas del equipo del Haro, sin ser capaz de cruzar con peligro la divisoria, ante un líder que tras el paso por los vestuarios se hizo dueño del balón, pero incapaz de perforar la portería de Garrido, que aprobó con notable alto su actuación. La nave visitante se desvanecía y se hundía poco a poco tras el gol, con vías de agua importantes que aprovechó Del Puente para llegar, con la ayuda de Cotant,
Los primeros 45 minutos ambos equipos brindaron un buen partido. Conscientes de lo que se jugaban cada uno, atacaron, cada uno con sus armas y buscaron la victoria, pero la actuación de los porteros y la falta de puntería o precipitación en otras ocasiones de sus arietes condenaron a ambos conjuntos a irse al descanso con el empate a cero. El Calahorra arrancó el partido jugón. Yécora y Maño estaban muy cómodos en la medular moviendo el esférico, tocando al primer toque con sus hombres de arriba evitando y buscando la penetración por los pocos espacios que el entramado que dibujaban las camisetas blanquinegras sobre el césped ofrecían, y que complicaban la vida a los hombres de arriba del Calahorra, con Luigi apoyando mucho a sus compañeros y del Puente creando las ocasiones más peligrosas sobre la portería de Borja. El Haro empezaba un poco receloso y poco a poco a medida iba cogiendo la medida al partido se crecía. En el momento que Álvaro o Ekaitz tenían el balón sin presión, se originaba el peligro sobre la meta de Garrido. El Haro lanzaba pases largos para Javi López que sorprendía en velocidad, o nacía alguna individualidad difícil de frenar por la línea defensiva del Calahorra. A mitad de la primera mitad Yécora cambió de posición con Reinares y se incrustó en el centro de la defensa, para tratar de frenar las acometidas jarreras. El Haro se fue creciendo y el Calahorra empequeñeciendo, con problemas para cruzar la medular con hasta tres hombres presionando al rojillo que se hacía con el balón. La primera ocasión la tuvo Aimar en sus botas, aprovechando un resbalón de Reinares, pero el ariete visitante no estuvo fino al ajustar el disparo entre los tres palos. Después sería Yécora quien contestase con un testarazo en el primer palo que rebañaba el larguero, y tras esta ocasión llegaría la de Del Puente que cruzaba raso delante de Borja y veía como su disparo se paseaba por la boca de gol. En el 22, Félix apuraba línea de fondo y servía el pase de la muerte a Luigi que engancha duro pero se encontraba con el cuerpo de Borja que evitaba el tanto rojillo. Óscar intentó marcar al Calahorra de falta directa, ajustando su lanzamiento a la base del palo, pero Garrido estuvo rápido y despejó a saque de esquina. Luego tendría que hacer lo propio el joven meta calagurritano en el intento de Javi López desde la frontal. Tampoco estuvieron acertados los jugadores de Ochoa. Arpón, solo en boca de gol, no era capaz de empujar de cabeza al fondo de las mallas en el 32 y en el 35 sería el portero rojillo quien despejaría otro disparo desde la frontal de Aimar. Al final el cañonazo de Cotant dinamitó el liderato jarrera, que encalló en el Municipal y sirve de inyección de moral y supone un pasito más hacia los puestos de play-off, ahora a tan solo a un punto.
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