Que jornada que hemos vivido este domingo. Y sobre todo lo experimentado en el Municipal de La Planilla este domingo en un partido que era la hora de la verdad para el Calahorra. Lo escribí en la previa: a vida o muerte, y al final continuamos vivos en nuestra particular persecución al grupo de cabeza y a algo que hace unas semanas casi se covierte en mera quimera como es la promoción de ascenso. El cañonazo de dinamita Cotant, dinamitó e hizo explosión en el buque blanquinegro, que naufragó en el Municipal. !Que gusto da escribir una crónica de un partido cuando tu equipo gana a un rival directo!
En el minuto 70 Nacho Martín ordenaba el segundo cambio en las filas de su equipo. Se retiraba del terreno de juego un Luigi que lo intentó pero que no encontró la manera de romper y esquivar la presión de los jugadores jarreros para buscar el gol, y daba entrada al francés Pierre Cotant. El francés salió y en el primer balón que recogió en sus botas lo clavó en las mallas. Un cañonazo de más de veinticinco metros de distancia de la portería, que sorprendió e hizo añicos la nave del hasta entonces líder, abriendo una vía de agua importante en la nave jarrera que a contrarreloj intentó recuperarse y salir a flote pero que acabó hundiéndose y encallando en el Municipal de La Planilla. El cañonazo con nombre francés levantaba a un equipo que estaba pasando por sus peores momentos, con las líneas muy retrasadas y despejando como podían cada una de las internadas del equipo del Haro, sin ser capaz de cruzar con peligro la divisoria, ante un líder que tras el paso por los vestuarios se hizo dueño del balón, pero incapaz de perforar la portería de Garrido, que aprobó con notable alto su actuación. La nave visitante se desvanecía y se hundía poco a poco tras el gol, con vías de agua importantes que aprovechó Del Puente para llegar, con la ayuda de Cotant, que refrescó la medular y estaba en todas partes: caía a las bandas para ayudar a atacar y perforaba por el centro sin que la zaga visitante pudiera frenarlo. Si el gol era en el minuto 73, apenas dos minutos después Ignacio irrumpía por la derecha y servía al francés que entraba por el centro sin oposición para encañonar otra vez sobre la meta de Borja pero en esta ocasión el meta logró evitar que llegara al fondo de la portería, y después tuvo la fortuna de que Del Puente mandase el balón a la carretera. Maño tocaba muy rápido y el Calahorra se volcaba al ataque para matar el partido. En la siguiente incursión, el esférico caía en Del Puente que controlaba con el pecho de espaldas al marco y dejaba para Maño que de cara y con toda la portería para él apuntaba alto. Los últimos cartuchos del Haro fueron con más corazón que con cabeza y en situaciones muy forzadas. Con el tiempo cumplido Aimar intentaba sorprender sin éxito desde la frontal del área. Hasta el pitido final el Haro se volcó para intentar la igualada pero se tuvo que conformar con ver el 1-0 capital en el marcador del Municipal.
Los primeros 45 minutos ambos equipos brindaron un buen partido. Conscientes de lo que se jugaban cada uno, atacaron, cada uno con sus armas y buscaron la victoria, pero la actuación de los porteros y la falta de puntería o precipitación en otras ocasiones de sus arietes condenaron a ambos conjuntos a irse al descanso con el empate a cero. El Calahorra arrancó el partido jugón. Yécora y Maño estaban muy cómodos en la medular moviendo el esférico, tocando al primer toque con sus hombres de arriba evitando y buscando la penetración por los pocos espacios que el entramado que dibujaban las camisetas blanquinegras sobre el césped ofrecían, y que complicaban la vida a los hombres de arriba del Calahorra, con Luigi apoyando mucho a sus compañeros y del Puente creando las ocasiones más peligrosas sobre la portería de Borja. El Haro empezaba un poco receloso y poco a poco a medida iba cogiendo la medida al partido se crecía. En el momento que Álvaro o Ekaitz tenían el balón sin presión, se originaba el peligro sobre la meta de Garrido. El Haro lanzaba pases largos para Javi López que sorprendía en velocidad, o nacía alguna individualidad difícil de frenar por la línea defensiva del Calahorra. A mitad de la primera mitad Yécora cambió de posición con Reinares y se incrustó en el centro de la defensa, para tratar de frenar las acometidas jarreras. El Haro se fue creciendo y el Calahorra empequeñeciendo, con problemas para cruzar la medular con hasta tres hombres presionando al rojillo que se hacía con el balón. La primera ocasión la tuvo Aimar en sus botas, aprovechando un resbalón de Reinares, pero el ariete visitante no estuvo fino al ajustar el disparo entre los tres palos. Después sería Yécora quien contestase con un testarazo en el primer palo que rebañaba el larguero, y tras esta ocasión llegaría la de Del Puente que cruzaba raso delante de Borja y veía como su disparo se paseaba por la boca de gol. En el 22, Félix apuraba línea de fondo y servía el pase de la muerte a Luigi que engancha duro pero se encontraba con el cuerpo de Borja que evitaba el tanto rojillo. Óscar intentó marcar al Calahorra de falta directa, ajustando su lanzamiento a la base del palo, pero Garrido estuvo rápido y despejó a saque de esquina. Luego tendría que hacer lo propio el joven meta calagurritano en el intento de Javi López desde la frontal. Tampoco estuvieron acertados los jugadores de Ochoa. Arpón, solo en boca de gol, no era capaz de empujar de cabeza al fondo de las mallas en el 32 y en el 35 sería el portero rojillo quien despejaría otro disparo desde la frontal de Aimar. Al final el cañonazo de Cotant dinamitó el liderato jarrera, que encalló en el Municipal y sirve de inyección de moral y supone un pasito más hacia los puestos de play-off, ahora a tan solo a un punto.
En el minuto 70 Nacho Martín ordenaba el segundo cambio en las filas de su equipo. Se retiraba del terreno de juego un Luigi que lo intentó pero que no encontró la manera de romper y esquivar la presión de los jugadores jarreros para buscar el gol, y daba entrada al francés Pierre Cotant. El francés salió y en el primer balón que recogió en sus botas lo clavó en las mallas. Un cañonazo de más de veinticinco metros de distancia de la portería, que sorprendió e hizo añicos la nave del hasta entonces líder, abriendo una vía de agua importante en la nave jarrera que a contrarreloj intentó recuperarse y salir a flote pero que acabó hundiéndose y encallando en el Municipal de La Planilla. El cañonazo con nombre francés levantaba a un equipo que estaba pasando por sus peores momentos, con las líneas muy retrasadas y despejando como podían cada una de las internadas del equipo del Haro, sin ser capaz de cruzar con peligro la divisoria, ante un líder que tras el paso por los vestuarios se hizo dueño del balón, pero incapaz de perforar la portería de Garrido, que aprobó con notable alto su actuación. La nave visitante se desvanecía y se hundía poco a poco tras el gol, con vías de agua importantes que aprovechó Del Puente para llegar, con la ayuda de Cotant, que refrescó la medular y estaba en todas partes: caía a las bandas para ayudar a atacar y perforaba por el centro sin que la zaga visitante pudiera frenarlo. Si el gol era en el minuto 73, apenas dos minutos después Ignacio irrumpía por la derecha y servía al francés que entraba por el centro sin oposición para encañonar otra vez sobre la meta de Borja pero en esta ocasión el meta logró evitar que llegara al fondo de la portería, y después tuvo la fortuna de que Del Puente mandase el balón a la carretera. Maño tocaba muy rápido y el Calahorra se volcaba al ataque para matar el partido. En la siguiente incursión, el esférico caía en Del Puente que controlaba con el pecho de espaldas al marco y dejaba para Maño que de cara y con toda la portería para él apuntaba alto. Los últimos cartuchos del Haro fueron con más corazón que con cabeza y en situaciones muy forzadas. Con el tiempo cumplido Aimar intentaba sorprender sin éxito desde la frontal del área. Hasta el pitido final el Haro se volcó para intentar la igualada pero se tuvo que conformar con ver el 1-0 capital en el marcador del Municipal.
Los primeros 45 minutos ambos equipos brindaron un buen partido. Conscientes de lo que se jugaban cada uno, atacaron, cada uno con sus armas y buscaron la victoria, pero la actuación de los porteros y la falta de puntería o precipitación en otras ocasiones de sus arietes condenaron a ambos conjuntos a irse al descanso con el empate a cero. El Calahorra arrancó el partido jugón. Yécora y Maño estaban muy cómodos en la medular moviendo el esférico, tocando al primer toque con sus hombres de arriba evitando y buscando la penetración por los pocos espacios que el entramado que dibujaban las camisetas blanquinegras sobre el césped ofrecían, y que complicaban la vida a los hombres de arriba del Calahorra, con Luigi apoyando mucho a sus compañeros y del Puente creando las ocasiones más peligrosas sobre la portería de Borja. El Haro empezaba un poco receloso y poco a poco a medida iba cogiendo la medida al partido se crecía. En el momento que Álvaro o Ekaitz tenían el balón sin presión, se originaba el peligro sobre la meta de Garrido. El Haro lanzaba pases largos para Javi López que sorprendía en velocidad, o nacía alguna individualidad difícil de frenar por la línea defensiva del Calahorra. A mitad de la primera mitad Yécora cambió de posición con Reinares y se incrustó en el centro de la defensa, para tratar de frenar las acometidas jarreras. El Haro se fue creciendo y el Calahorra empequeñeciendo, con problemas para cruzar la medular con hasta tres hombres presionando al rojillo que se hacía con el balón. La primera ocasión la tuvo Aimar en sus botas, aprovechando un resbalón de Reinares, pero el ariete visitante no estuvo fino al ajustar el disparo entre los tres palos. Después sería Yécora quien contestase con un testarazo en el primer palo que rebañaba el larguero, y tras esta ocasión llegaría la de Del Puente que cruzaba raso delante de Borja y veía como su disparo se paseaba por la boca de gol. En el 22, Félix apuraba línea de fondo y servía el pase de la muerte a Luigi que engancha duro pero se encontraba con el cuerpo de Borja que evitaba el tanto rojillo. Óscar intentó marcar al Calahorra de falta directa, ajustando su lanzamiento a la base del palo, pero Garrido estuvo rápido y despejó a saque de esquina. Luego tendría que hacer lo propio el joven meta calagurritano en el intento de Javi López desde la frontal. Tampoco estuvieron acertados los jugadores de Ochoa. Arpón, solo en boca de gol, no era capaz de empujar de cabeza al fondo de las mallas en el 32 y en el 35 sería el portero rojillo quien despejaría otro disparo desde la frontal de Aimar. Al final el cañonazo de Cotant dinamitó el liderato jarrera, que encalló en el Municipal y sirve de inyección de moral y supone un pasito más hacia los puestos de play-off, ahora a tan solo a un punto.
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